¿Qué problemas emocionales o mentales trata un psicólogo clínico? ¿Cómo saber si lo que me ocurre tiene solución? En nuestra consulta de psicología en Pamplona te ayudamos a entender los diferentes tipos de problemas psicológicos que afectan al bienestar personal.
Hemos recopilado los problemas más comunes por los que las personas acuden a terapia. Muchos de ellos, aunque generan gran malestar, tienen solución cuando se tratan adecuadamente con acompañamiento profesional. Si no encuentras tu caso en esta lista o tienes dudas, contáctanos y te orientaremos.
Trabajamos con personas que enfrentan distintas formas de ansiedad: desde ataques de ansiedad y trastorno de pánico hasta la ansiedad generalizada, estrés crónico y sintomatología obsesiva como TOC, tics nerviosos, manías (como morderse las uñas o arrancarse el pelo). También tratamos trastornos adaptativos, preocupaciones persistentes, bloqueos mentales, hipocondría, agorafobia y fobias específicas (volar, conducir, espacio cerrado, oscuridad, sangre, pintas, tormentas). Incluimos casos de ansiedad ante exámenes o la comida, e incluso hipocondría y agorafobia, para asegurar una cobertura completa.
Atendemos cuadros de depresión mayor, distimia (tristeza crónica), depresión premenstrual o asociada a enfermedades, consumo de sustancias o cambios estacionales. Se abordan también trastornos bipolares, ideaciones suicidas, intentos autolíticos, apatía, desmotivación o aburrimiento persistente, negatividad, sensación de soledad, agotamiento emocional, crisis personales o existenciales, inestabilidad emocional, exceso de sensibilidad (altamente sensibles), inmadurez emocional y dificultades en la gestión de emociones negativas como el enfado, el miedo o la tristeza.
Abarcamos rupturas y divorcios, discusiones constantes, infidelidades, celos, conductas de control, crisis de pareja, incompatibilidades de caracteres y diferencias en expectativas o nivel de compromiso. También intervenimos en casos de distanciamiento, relaciones tóxicas, dependencia emocional o codependencia, dificultades sexuales, miedo a la soltería o al compromiso, y patrones repetitivos en las relaciones que impiden avanzar.
Autoestima
Nos ocupamos de personas con baja autoestima, inseguridad, sentimientos crónicos de inferioridad, autocrítica excesiva, culpa, perfeccionismo, dependencia a la aprobación externa, miedo al fracaso, autosabotaje, incapacidad para recibir elogios, problemas con la imagen corporal, síndrome del impostor y dificultad para establecer límites o decir “no”.
Nuestra intervención abarca fobia social, timidez, vergüenza, aislamiento, miedo al rechazo, dificultades para hablar en público, formar amistades o mantener relaciones, y el desarrollo de habilidades sociales como la asertividad o empatía.
Atendemos cuadros de adicción al trabajo, síndrome de burnout, estrés laboral (sobrecarga, sensación de no llegar, síndrome postvacacional), conflictos con colegas o supervisores, insatisfacción profesional, miedo a renunciar, pérdida de motivación, búsqueda de vocación, acoso laboral (mobbing) o abuso, desempleo, incertidumbre laboral y situaciones de expatriación por trabajo.
Tratamos casos como TDAH en adultos, impulsividad, agresividad, baja tolerancia a la frustración, compras compulsivas, diversas adicciones (alcohol, sustancias, móvil, internet, comida, sexo, trabajo, juego), síndrome de Tourette, bloqueos conductuales, indecisión, procrastinación, falta de constancia y dificultades en el rendimiento académico.
Abordamos trastorno de estrés postraumático (TEPT), traumas en la infancia (maltrato, abandono, abuso sexual, negligencia, padres con problemas psiquiátricos), traumas derivados de agresiones sexuales, violencia, acoso, accidentes, emergencias o desastres. También acompañamos en traumas provocados por obstáculos vitales repentinos como diagnósticos graves, rupturas, despido, infidelidad o pérdidas inesperadas.
Ofrecemos acompañamiento en procesos de duelo por la pérdida de un hijo, pareja (viudedad o ruptura), padres, amigos; así como en duelos patológicos que dificultan el cierre emocional.
Incluimos síntomas físicos con causa emocional como insomnio, pesadillas, sonambulismo, fibromialgia, fatiga crónica, cefalea, mareos, vértigos, acúfenos, bruxismo, hiperhidrosis, colon irritable, afecciones dermatológicas (psoriasis, dermatitis), tartamudez o psicooncología.
Trabajamos trastornos de la personalidad como el paranoide, esquizoide, esquizotípico, límite (TLP), antisocial, histriónico, narcisista, evitativo y dependiente.
Atendemos anorexia, bulimia, trastorno por atracón, vigorexia, ortorexia, ansiedad con la comida, trastorno dismórfico corporal, obesidad y alteraciones severas en la relación con la alimentación.
Apoyamos procesos de autocuidado, liderazgo, resolución de conflictos, cambio de hábitos, toma de decisiones, cambios vitales, productividad o inteligencia emocional.
Acompañamos en desafíos como infertilidad, abortos, duelo perinatal, depresión postparto, ansiedad durante el embarazo, crianza, estrés, crisis de pareja o adopción.
Nos centramos en problemas de conducta, autoestima, timidez, manejo emocional, rabietas, agresividad, celos, alimentación, fracaso escolar, miedos, apego inseguro o desorganizado, depresión infantil, TDHA, ansiedad, enuresis, encopresis, tartamudez, terrores nocturnos, pesadillas y bullying.
Intervenimos en autoestima e imagen corporal, adicciones, ansiedad, autolesiones, depresión, ansiedad ante exámenes, fracaso escolar, agresividad, habilidades sociales, bullying, identidad sexual y conflictos familiares.
Trabajamos con conflictos comunicativos entre hermanos, padres e hijos, cambios en la dinámica familiar, crisis por fallecimientos, enfermedades, despidos o dificultades económicas.
Un problema psicológico es una alteración emocional, conductual o cognitiva que interfiere en la vida cotidiana de una persona. Puede manifestarse como ansiedad, tristeza, apatía, impulsividad, problemas relacionales o somatizaciones, y afecta negativamente al bienestar general.
Aunque muchas veces no llegan a ser un trastorno clínico, estos problemas pueden generar mucho sufrimiento y deteriorar la calidad de vida si no se abordan a tiempo.
Los trastornos psicológicos se definen por criterios diagnósticos establecidos (como en el DSM-V) y suponen una alteración significativa del funcionamiento mental, emocional o social. Algunos ejemplos son el trastorno depresivo mayor, el TOC o el trastorno de ansiedad generalizada.
Por su parte, los problemas psicológicos son más comunes, menos graves, pero igualmente limitantes. No cumplen con los criterios de un trastorno, pero afectan al día a día y pueden cronificarse si no se tratan.
Ambos casos requieren atención profesional para mejorar el bienestar emocional de la persona.
Los problemas psicológicos no son una señal de debilidad ni una cuestión de voluntad. Surgen por múltiples causas, como experiencias difíciles, estrés crónico, factores genéticos, educación, personalidad o situaciones traumáticas.
A menudo son el resultado de una combinación de factores biológicos, psicológicos y sociales. Reconocer lo que ocurre es el primer paso para pedir ayuda y comenzar un proceso de cambio.
En Pamplona, muchas personas viven con síntomas emocionales sin saber que tienen solución. En nuestra consulta trabajamos para ayudarte a identificar y superar estos obstáculos con herramientas efectivas y profesionales.
Con un procedimiento apropiado, la mayoría de problemas psicológicos se pueden superar. Pero recuerda que tu actitud ante el problema siempre es lo más importante
En la mayoría de los casos, un tratamiento adecuado permite superar o mejorar significativamente los problemas emocionales y mentales. En nuestra clínica de psicología en Pamplona, abordamos cada caso de forma personalizada y con un enfoque integral.
Tratamiento psicológico
La psicoterapia es una intervención profesional que permite explorar, comprender y transformar los patrones de pensamiento, emoción y conducta que causan malestar. El psicólogo realiza un diagnóstico individualizado y aplica las técnicas más eficaces según cada caso.
Durante el proceso terapéutico, el paciente aprende nuevas herramientas, mejora su autoestima, regula sus emociones y resuelve conflictos internos o interpersonales. Además, se trabaja en la raíz del problema para evitar recaídas.
En algunos casos, puede ser necesario un apoyo farmacológico complementario, recetado por un psiquiatra. Los medicamentos ayudan a reducir la sintomatología mientras se avanza en la terapia psicológica.
Nuestro enfoque combina la cercanía y el compromiso humano con la aplicación de las técnicas más eficaces en psicología clínica.